La vida antes de los smartphones
Ensayo sobre la vida antes de los teléfonos móviles
El primer teléfono inteligente llegó a nuestras vidas a principios de los años 90, pero no fue hasta finales de la década de 2000 y principios de 2010 cuando se hizo tan frecuente. Hoy en día, es difícil imaginar cómo era la vida cotidiana antes de ellos. Desde dividir la cuenta en un restaurante hasta orientarse en una nueva ciudad, los teléfonos inteligentes han facilitado infinitamente nuestras vidas. Siga desplazándose para ver qué 15 tareas eran más difíciles en el pasado.
Puede que demos por sentado que disponemos de múltiples aplicaciones que nos dicen exactamente a dónde ir, cuándo girar y la mejor manera de evitar el tráfico, pero no siempre fue tan sencillo. Antes de los teléfonos inteligentes, la gente tenía que utilizar sitios web como Mapquest en sus ordenadores, imprimir las direcciones y memorizarlas o pedir a otra persona que las leyera en voz alta. Los conductores tenían que utilizar mapas físicos: mapas de papel reales, plegables, con pequeñas carreteras que se cruzaban y entrecruzaban. Conducir a un lugar nuevo significaba disponer de un tiempo extra para detenerse en el arcén y averiguar dónde se estaba.
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Antes de los smartphones, la vida parecía mucho más sencilla. Pero si lo pensamos bien, los teléfonos inteligentes también nos han facilitado mucho la vida. He aquí 20 maneras en que la vida era diferente antes de que los iPhones y los Galaxy Notes lo cambiaran todo.
Mucho antes de los smartphones, si querías ir a casa de un amigo, visitar un lugar nuevo o hacer un viaje por carretera, tenías que sacar un mapa real para ir del punto A al punto B. Para los que no tenían un mapa, tenían que ir al ordenador de casa, sacar MapQuest e imprimir las direcciones. Un giro equivocado podía causar problemas, ya que no había un teléfono con GPS que recalculara la ruta.
Hoy en día, todos los teléfonos inteligentes tienen una cámara de alta calidad, y la mayoría cuenta con diferentes modos: retrato, foto, panorámica y más. Antes, las cámaras digitales o de película eran imprescindibles en cualquier viaje o salida especial. Las cámaras digitales facilitaban un poco las cosas, ya que podías ver las fotos inmediatamente y acceder a ellas con bastante rapidez. Las cámaras de película implicaban un proceso más puntual. Lo normal era recoger el carrete y dejarlo en el CVS o Walgreens más cercano para que lo revelaran.
Historia del teléfono móvil
Impreso en papel mate de alta calidad de 230 gsm. Disponible en A3, A4 o A5, por favor elija en el menú desplegable. Los pósteres A5 y A4 se empaquetan en sobres de cartón y se envían por Royal Mail. Los pósteres A3 se empaquetan en tubos seguros para pósteres y se envían a través de Hermes en un plazo de 2 días laborables (desde el día del envío).
Se trata de una estimación basada en la fecha de compra, la ubicación del vendedor y el tiempo de procesamiento, así como el destino del envío y el transportista. Otros factores, como los retrasos del transportista o la realización de un pedido en fin de semana o en días festivos, pueden retrasar la llegada del artículo.
El cuadro en sí era como la foto, pero el embalaje en el que venía no era lo que esperaba, una caja en forma de triángulo que estaba mal sellada y el cuadro en sí había sido enrollado, no plano como esperaba, por lo que el cuadro estaba abollado en algunas zonas y con signos de haber sido enrollado. Para el precio que pagué por el póster me decepcionó mucho.
Cómo los smartphones han cambiado nuestras vidas
Una de las razones por las que se paga tan bien a los creativos en el ámbito público es la cantidad de eventos mediáticos que tienen que soportar y que les hacen las mismas preguntas una y otra vez y que intentan responder como si fuera la primera vez que se les ocurre. Si has visto alguna de las voluminosas coberturas de prensa en las que ha participado el creador Charlie Brooker para la nueva temporada de su programa “Black Mirror”, notarás los puntos en común; no puedes culpar a Charlie Brooker por ello, sólo hay un número determinado de formas en las que puedes responder a “el futuro parece sombrío, ¿eh?”. Dicho esto, aquí hay algo que me llamó la atención:
Dentro de 30 años habrá una serie dramática ambientada en 2016. Los personajes estarán en sus teléfonos y los espectadores la mirarán como lo hacemos con Mad Men y fumando: “¡Míralos! ¡Están todos con sus teléfonos en las reuniones! Pues claro, no sabían lo del cáncer de pulgar que dan esas cosas…”. Dicho esto, recuerdo la vida antes de los smartphones, y era jodidamente aburrida. Lo más emocionante que podías hacer era conseguir una funda para tu teléfono, o jugar al Snake. No creo que los sustituyamos hasta que consigamos lentes de contacto para los ojos que hagan lo mismo; así podremos mirar fijamente a la gente mientras la ignoramos. Deberíamos intentar que la gente fuera más interesante que los teléfonos.
